LA ESENCIA DE SIEMPRE CON UNA NUEVA IMAGEN
En Bodegas Hnos. Pérez Pascuas actualizamos el diseño de nuestra marca Viña Pedrosa.
Tras el éxito de sus antecesores Viña Pedrosa Crianza y Viña Pedrosa Reserva, presentamos la imagen del último de la saga, otro de sus vinos más icónicos, Viña Pedrosa Gran Reserva 2018. Tras varios meses sin disponer de esta referencia en el mercado, por fin, podemos catar y disfrutar de este gran tinto.
Misma saga, misma línea, misma esencia.
En Bodegas Hnos. Pérez Pascuas llevamos más de 40 años trabajando con el fin de ofrecer un producto de máxima calidad. La experiencia nos ha enseñado que la clave del éxito reside en no perder las raíces: ser siempre fieles a nuestro origen y valores… conocer y respetar la tierra de la que venimos, apostar por la artesanía, por la tradición… y al mismo tiempo ser capaces de innovar, de probar, de corregir y rectificar, y así, solo así, es como logramos mejorar año tras año, hacer que cada añada sea aún mejor que la anterior, y conseguirlo sin perder la línea, manteniendo el estilo, y siempre con el objetivo de alcanzar la excelencia.
Tras una vendimia manual de nuestra Tinto Fino de nuestros viñedos en vaso en propiedad de más de 60 años, con un suelo arcillo – calcáreo y una altitud de 830m, Viña Pedrosa Gran Reserva 2018 desarrolla su crianza durante 24 meses en barricas de roble francés y americano, reposa mínimo 36 meses en botella, presentándose armónico y personal. Destaca por su gran viveza y larga vida por delante. Su complejidad, unida a su estructura sólida y potente le confiere la elegancia y la longevidad necesaria para crecer aún más en botella. Este elegante tinto destaca por sus aromas especiados y balsámicos como el mentol e incienso, torrefactos de café con un fondo mineral. Potente y sabroso, con un gran equilibrio de sensibilidad y expresividad. Esta añada consta de 9.740 botellas numeradas.
Y, es que, es imposible hablar de la Ribera del Duero sin hacer mención a este clásico vino tinto elaborado por una de las bodegas que fundó su Consejo Regulador.
La añada 2018 en Ribera del Duero obtuvo la máxima calificación ”muy buena”.
El invierno fue frío, se alcanzaron temperaturas de doce grados bajo cero. El invierno finalizó con lluvias abundantes que continuaron durante la primavera. La brotación se produjo a finales del mes de abril.
Las lluvias cesaron al finalizar el mes de junio y empezaron a registrarse temperaturas más cálidas. Se dieron unas condiciones ideales para una buena fructificación y cuajado del fruto que ya en ese momento auguraban una abundante cosecha. En julio las temperaturas fueron algo inferiores a lo habitual, lo que propició que las plantas continuaran con su rápido desarrollo ayudado notablemente por las abundantes reservas hídricas. Durante el proceso de maduración, con temperaturas muy cálidas en septiembre y más altas de lo habitual en octubre, se produjo una evolución rápida en las plantas con menos cantidad de uva. La dimensión de las bayas en esta cosecha fue superior a lo habitual.
La vendimia comenzó el ocho de octubre y finalizó el día 22 del mismo mes y la añada 2018 fue calificada como MUY BUENA por el Consejo Regulador Ribera del Duero.