PÉREZ PASCUAS GRAN RESERVA GRAN SELECCIÓN 2014

Sigue el patrón clásico de las cosechas 2010 y 2012 (únicamente es producido en años excelentes) realmente complejo y lleno de matices, equilibrado y todavía joven e incluso un poco austero (este tipo de vinos nunca son ostentosos). En paladar presenta una armonía y equilibrio increíbles, con una aportación moderada y bien integrada de la madera, después de un envejecimiento en barrica de roble de 26 meses. La partida consta de 4.100 botellas numeradas. Fecha de embotellado: marzo 2017. Debería envejecer de forma magistral.

VIÑA PEDROSA GRAN RESERVA 2014

La familia Pérez Pascuas consideró la heterogénea cosecha de 2014 como muy buena cosecha para ellos. Debo decir, que los grandes reservas que yo he catado de dicha añada, son verdaderamente impresionantes. Se trata de un 100% Tempranillo de viñas viejas (en alguna cosecha anterior, ha sido elaborado con un pequeño porcentaje de Cabernet Sauvignon, pero no la elaboración de 2014) con muy buena maduración y sin excesos. La maduración en barricas de roble francés durante 24 meses lo ha pulido, convirtiéndolo en un vino sin aristas, redondo en boca, con una textura aterciopelada y una sensación en boca de equilibrio. Este vino tiene el sello de la casa: elegante rusticidad y madera integrada. Un vino que grita Ribera del Duero. La partida consta de 6.240 botellas. Fecha de embotellado: enero 2017.

VIÑA PEDROSA RESERVA FINCA LA NAVILLA 2016

Se trata de un vino de parcela, la misma se encuentra muy próxima a la bodega en el pueblo de Pedrosa de Duero. En nariz muestra algunas notas especiadas y ahumadas después de 20 meses de maduración en roble francés. Presenta cierta austeridad, sobre todo si se compara con el Viña Pedrosa Reserva 2016. Muestra una personalidad ligeramente más rústica que el Viña Pedrosa Reserva 2016 y abundantes taninos. La partida consta de 29.889 botellas. Fue embotellado en septiembre de 2018.

VIÑA PEDROSA RESERVA 2016

Es realmente impresionante. Es un ejemplo de libro de Tempranillo maduro de Ribera del Duero con la austeridad de la climatología castellana y de suelos pobres de carácter calizo dando lugar a una sensación terrosa en boca. Es jugoso y sus intensos taninos se contrarrestan con mucha fruta; posee agarre, persistencia, debería maridar muy bien con comidas locales como lechazo o cochinillo asado. La cosecha del 2016 fue una cosecha más fresca, de ahí que los vinos presenten muy buen equilibrio y frescura. La partida consta de 68.805 botellas. Fue embotellado en Enero 2018.

VIÑA PEDROSA CRIANZA 2017

Las notas especiadas y ahumadas marcan la personalidad de este vino, donde también encontramos cacao y vainilla características bien marcadas por su envejecimiento en barrica de roble, junto con otras notas como son ceniza de puro y hoguera fría. Su paladar muestra taninos abundantes y, como otros vinos del 2017, parece demasiado liviano para su envejecimiento en barrica mostrando así más notas de roble de lo habitual. Presenta un final seco y con alguna ligera nota amarga. La partida consta de 170.000 botellas. Fue embotellado en junio de 2019.

EL PEDROSAL 2017 (CEPA GAVILÁN 2017)

Presenta una nariz con notas de especia dulce y carne ahumada, bastante atractiva y ostentosa. En boca es un poco más desafiante, con concentración, lleno de taninos y un cálido final, reflejando a la perfección lo que es una cosecha de poca producción en un año cálido y seco marcado por una helada primaveral. La partida consta de 140.000 botellas. Fue embotellado en febrero de 2019.